El cuerpo humano está compuesto de un 45% a un 75% de agua, un nutriente esencial que puedes ingerir. Las células de tu cuerpo contienen y retienen el 60% del agua que bebes. Algunos órganos contienen mucha más agua que otros: Cerebro 80-85%, Riñones 80-85%, Corazón 75-80%, Pulmones 75-80%, Músculos 70-75%, Hígado 70-75%, Piel 70-75%, Sangre 50%, Huesos 20-25% y Dientes 8-10%.

Beber suficiente agua a diario es crucial para la salud y contribuye a casi todas las funciones corporales. La ingesta diaria recomendada para hombres es de 3,7 litros y para mujeres, de 2,7 litros. Entonces, ¿por qué bebes agua que no siempre es la mejor opción para tu cuerpo?

La verdad sobre lo que realmente contiene el agua del grifo puede ser difícil de comprender. La fuente de agua más cercana es la del grifo, y está tan a nuestro alcance que olvidamos lo que hay detrás de algo invisible. Las compañías de agua ahora admiten la presencia de sustancias químicas en el agua, aunque afirman que es segura para beber. Estas sustancias químicas pueden ser: cloro, flúor, radón, boro, arsénico, plomo y microplásticos, que definitivamente no son seguros para beber.

Si estas son las sustancias que admiten estar presentes en el agua, ¿qué es lo que no están aclarando? Hay otras sustancias que no deberían estar presentes en el agua, como hormonas sintéticas, medicamentos (con receta y controlados), así como bacterias y parásitos dañinos. Sin embargo, las dos primeras se encuentran en el agua con más frecuencia de lo que crees y pueden ser muy perjudiciales para la salud.