Sal celta

La Sal Marina Celta no es una sal cualquiera. Recolectada a mano en las marismas costeras de Bretaña, Francia, se produce mediante un método celta de 2000 años de antigüedad que preserva su contenido mineral natural. A diferencia de la sal de mesa, que se somete a un procesamiento intensivo, la Sal Marina Celta conserva su tono gris único y su textura ligeramente húmeda gracias a su rico perfil mineral.

El proceso de recolección es una combinación de tradición y sostenibilidad. El agua de mar se canaliza hacia marismas revestidas de arcilla, donde se evapora con el sol y el viento. El resultado es una sal rica en minerales que incluye magnesio, potasio y calcio, esenciales para funciones corporales como la hidratación, la señalización nerviosa y la contracción muscular.

La Sal Marina Celta no solo contiene menos sodio por porción que la sal de mesa normal, sino que también ofrece un sabor más complejo, lo que la convierte en una de las favoritas tanto de chefs como de consumidores preocupados por su salud.

Mejora tu cocina y tu bienestar con la magia de la sal celta. Cosechada a mano en aguas costeras prístinas, esta joya rica en minerales añade sabor y un toque de bondad natural a cada comida. Ya sea que estés sazonando un plato o buscando un suplemento natural para tu cuerpo, la sal celta ofrece la combinación perfecta de sabor y bienestar. Experimenta el encanto puro y sin refinar que solo la sal celta puede ofrecerte, porque tus recetas y tu salud merecen lo mejor.